Oración para pedir un Deseo

Incluyo aquí esta oración porque es una de mis preferidas. Tengo fe en Jesús, lo considero un Maestro, y con esta oración hecha con la suficiente concentración se ha cumplido mi deseo el 90% de las veces.

Si para ti la figura de Cristo es menos significativa o le tienes menos fe, le tendrás que rezar entonces al santo que sea de tu devoción, sustituyendo el nombre de Jesús por tu elegido.

El mecanismo de esta oración es que dejas el deseo o el problema en manos de Cristo (o del santo de tu fe), te abandonas a él con confianza admitiendo que tú solo no puedes pero que con él sí, porque Jesús sabe como hacer las cosas.

Las veces que a mi me ha fallado esta oración, después con el tiempo he descubierto que ese deseo no era bueno para mi, no me convenía, por eso mi Maestro no me ayudo a conseguirlo.

Coge dos velas, enciéndelas y coloca una imagen de Jesús (o del santo que prefieras) en medio. Ahora, muy concentrado reza:

Cristo Jesús, mi hermano, en tu corazón lleno de amor pongo mi confianza,

porque todo lo temo de mi fragilidad, pero todo lo espero de tu bondad.

Cristo Jesús, mi hermano, te hago esta petición, (aqui expones tu deseo).

Míralo todo, piénsalo; después haz lo que tu corazón te diga, deja obrar a tu corazón.

Cristo Jesús, mi hermano, mi deseo es noble y tú eres puro amor,

por eso yo cuento contigo.

Cristo Jesús, mi hermano, yo cuento contigo, yo confío en ti,

yo me abandono a ti, yo descanso en ti. Yo estoy seguro en tu corazón.

Cuando acabes abandona la habitación un ratito, con las velas encendidas. Deja de pensar en el tema y ponte a hacer cuanquier otra cosa, sintiéndote tranquilo de que Jesús se ocupará de todo. Al poco rato vuelve, apaga las velas y guardalo todo. Repite la oración todos los días hasta que las velas se hayan consumido por completo.